CRISTO DE LOS ALCALAREÑOS

Cristo de los Alcalareños,
yunque de mil letanías;
donde golpean los sueños
coloraos de fe divina,
Cristo del beso y del amor,
de “lavaero” y errizas,
de la concordia y el perdón,
del pan y de las espigas,
surco que se hace en la tierra,
miel que en los labios suspira,
redentor de nuestra Iglesia,
duende de la pasailla,
Vía Crucis, luz y humildad,
fuente grande, fuente chica,
Cristo de la ardiente fragua,
del corazón que predica,
Jesús de los cuatro vientos,
musa cálida que inspira,
pentagrama del misterio,
que tu martirio descifra,
Cristo de la muerte a chorros,
verbo que mi alma suspira,
Señor de todo los corro,
Rey de la flor que germina,
árbol de todos los cerros,
espejo donde se miran,
del mayor al mas pequeño,
buscando tu simpatía;
amapola derramada,
primavera florecida,
esperanza en las entrañas,
de pasiones redimidas,
resurrección de los muertos,
del amor y de la vida,
hijo de Dios Padre nuestro,
sangre de nuestras heridas,

Señor de pregón ardiente,
del Convento y de la Ermita,
del sentir de “toa” la gente,
y de María Santísima,
fuente que emana pasión,
don de palabra escrita,
corriente de luz y fervor,
Cristo de “Toas” las esquinas,
ascua que enciende el misterio,
de tu Cruz y tus espinas,
Señor de todos los rezos,
abanico de sonrisas,
quebranto de Viernes Santo,
cuando la tarde agoniza,
clavel, corneta y llanto,
faro de fe que nos guía,
Cristo de los jornaleros,
del emigrante que mira,
tu estampa en los desvelos,
y te reza “to” los días,
Cristo al que siempre pido,
Misericordia divina,
intercede por nosotros,
cual Domingo de alegría
Misericordia clavada,
Rey de todos los Cristos,
implora por nuestras almas,
por los siglos de los siglos.


AMEN