Lunes de carnaval

...Para los que viven la fiesta y la sienten de verdad.


Bajo guirnaldas de luces etéreas,
Cogidos de la mano, un torero y una princesa;
mientras despuntando está el alba,
cristales rotos, esparcidos por las callejas,
Febrero rompe su luna de púrpurina,
Bajo la mirada febril, de una careta;
mientras lodo de papelillos y serpentinas,
Amasijo, que Don Carnal dejó en las aceras.

Corre embozada por los callejones,
la música triste de un cuplé, y cansada,
Pues el destello de un desentonado pasodoble;
lo canta a trozos, un payaso y un hada,
se paran tambaleándose cual carrusel,
El pirata mira dando tumbos su espada;
mientras un niño soñoliento, con calcetines caídos,
vestido de Pierrot...
Vende gorros: -¡cómpremelos Usted!
Que para comer no tengo nada.

¿Qué afán persiguen todos, que promesa?

Suenan canciones últimas, cantadas a coro,
con el sabor amargo de la última copa;
cada cual tuvo un afán secreto y misterioso,
pero en si mismo mueren, los deseos por la boca:
besa el príncipe a la bailarina, con encajes almidonados,
mientras el sol despunta tras las soberbias erriza;
suenan campanas y voces de ecos aguardientados,
vuelve Lili Marlen a casa, del brazo de un corista.

Bailan bajo guirnaldas, como dioses de un día,
como altivas sirenas perdidas en el mar:
en el suelo botellas destrozadas, y con rutina,
un mendigo que busca, entre el lodo su afán:
vuelo de serpentinas, cometa fugaz del olvido,
alguien silba entre las brumas, un cuplé melancólico;
tras una noche ajetreada, de alcohol vertieran ríos,
mascarada, maquillaje de una farsa, sutil jolgorio:
de una niña bebida, cantando y dando tumbos,
mientras las locas, se abanican los falsos escotados;
abriendo la puerta de su casa, orejas al estilo Dumbo,
buscando el lecho, donde descansar lo luchado.

¿Bebieron a sorbo esta fiesta, o se atragantaron con ella?
¿es el afán que persiguen todos, o son vanas promesas?
¿fueron lo que quisieron ser, o solo tímida estela?

...Sigue el mendigo buscando... entre el lodo de la fiesta.