Volé cual gaviota sobre tu cielo,
agité mis alas hacía tu mar;
coroné los picos de mis deseos,
y bebí en las fuentes de tu ciudad.
Enarbolé un canto sin censura,
rompí las barreras de tu soñar;
salté sobre el alma de tu hermosura,
para hacer eterno tu despertar.
Y me sentí libre sobre tus sueños,
sin tener miedo de la realidad;
pues mi dicha tan solo fuera un beso.
Que inocente robé de tu amistad,
y volé grácil hacía lo inmenso;
sin poner puertas a la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario